Cuando vimos el resultado completo de la puesta en escena de la fiesta entendimos su insistencia en el diseño y color de las Kukis.
Esta fue la invitación que nos mandó:
Absolutamente todo había sido decorado con el diseño de la japonesita y los tonos pastel que nos pidió para los Kimonos, hasta los sandwiches los sirvieron enrolladitos imitando el aspecto de deliciosos sushis.
Por supuesto nuestras Kukis formaban parte de la mesa de dulces y hasta la tarta se diseñó siguiendo esta estética tan delicada.
El final de fiesta consistió en que cada una de las pequeñas "Geishas" decoró su propio cuadro y se lo llevó a casa.
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